Con olor y sabor a abril

Viajera Comienzo el viaje. Serpenteo entre páginas y letras que se presentan burbujeantes y alegres frente a mi vista, invitándome a no bajar, ni por sospecha, del vehículo de la lectura. Me aventuro como otras tantas veces. No hay grandes ambiciones, pero sí constantes aspiraciones de encontrarme en una frase, dibujarte en un personaje, ejercitar la imaginación una y otra vez y que ella se autoinvite a ejercitarla y a reinventarla a cada instante a mis expensas y a mi antojo. Comienza el viaje, esta vez de la mano yerta de Zolá y su "Germinal", esperando no volver ni por un instante atrás donde vuelven los cobardes, o peor aún, donde aguardan los inconstantes.