Cada una estaba allí o al menos eso parecía. Cada una atrincherada en cada extremo del asiento de atrás del taxi.
Las dos ensimismadas veíamos como todo hablaba de amor: los globos, la vestimenta de la gente, los besos furtivos de algunos enamorados, los regalos en la mano… en fin, la alegría de las calles.
Sí, todo hablaba del amor. Pero a nosotras nadie nos hablaba quedo ni a susurros al oído.
Solas estábamos allí, y sólo repasábamos mentalmente algunos de los episodios acontecidos esa tarde.
Estábamos solas y en soledad. Aunque parecía que íbamos juntas, íbamos distantes y perdidas.
La miré y le dije: -My friend, te pasa algo?
- No my friend, no me pasa nada.
Momentos antes ella me había hecho la misma pregunta y yo le di la misma respuesta.
Elegimos en ese mismo instante seguir juntas, pero distantes, en su historia y en la mía, en su dolor y en el mío, las dos en silencio…
20 marzo, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Chicas, me gusta su blog, sobre todo porque cada día lo van perfeccionando, y se percibe como como una pieza que en las manos del alfarero va tomando forma poco a poco.
ResponderEliminarAbrazos